23 abr 2012

Casa Museo el Angel de la Selva


Cuando pensamos en Misiones se nos vienen a la cabeza lugares, imágenes típicas y nombres como Iguazu, Puerto Iguazu, Cataratas en una especie de catálogo mental que nos va mostrando todas aquellas cosas que conocemos sobre un lugar incluso aunque nunca hayamos ido a visitarlo personalmente.
Si usted es una de esas personas que todavía no conoce las Cataratas del Iguazú debería en este mismo momento dejar de leer este artículo y preparar las valijas porque es una situación que debe remediarse. Pero mejor espere, termine de doblar eso que tiene en sus manos y meterlo en la valija y siga leyendo porque además del as hermosas Cataratas debe saber que en Misiones podemos encontrar muchos más atractivos que pueden ser visitados para hacer de nuestro viaje algo más que una caminata por las pasarelas de los distintos circuitos del Parque Nacional Iguazú.
Un ejemplo de otra actividad que se puede realizar es la visita a la Casa Museo el Angel de la Selva. Parte de lo que se conoce como turismo cultural y que nos demuestra que en Misiones no todo es la belleza natural característica de la tierra sino que es una provincia con una historia y con una cultura muy digna de conocerse, en particular este lugar y este personaje.
La Casa Museo el Angel de la Selva fue fundada como un homenaje a la Doctora Marta Teodora Schwarz, quien no solo fundó un hospital sino que también lo dirigió y era su única médica, llevando a cabo una labora que era a la vez altruista y titánica puesto que no solo se había encargado de hacer posible un espacio dedicado a la salud de los habitantes de la ciudad sino también a realizar ella misma todas las tareas que hicieran posible esa salud en cuanta persona necesitaba atenderse en sus instalaciones.
Este museo que fue abierto el 6 de diciembre del 2006 pretende homenajear el esfuerzo, el valor, la lucha incansable de una mujer con verdadera vocación de servicio. En su interior podemos observar objetos, cada uno de los cuales nos cuenta alguna historia que seguro logrará emocionarnos pues está ligada e esta tarea de la Doctora Schwartz.
Fue en el año 1949 cuando esta doctora egresada de la Universidad Nacional de Córdoba llegó hasta la ciudad de Puerto Iguazú que entonces era solo un pequeño pueblo y se hizo cargo del puesto de Directora del Hospital de Puerto Iguazú. Algunos de los obstáculos con que se tuvo que enfrentar fueron la falta constante de medicamentos, las enfermedades como el paludismo y las condiciones adversas como el clima que dificultaban aún más la situación general.
Durante un breve periodo la doctora se retiró hasta Posadas donde ejerció el cargo de Ministra de Acción Social, Salud y Educación por un tiempo, sin embargo, el deber y la vocación seguían tan presentes en ella como el primer día y volvió a Puerto Iguazú para seguir su carrera en este lugar de más de 40 años. En esta vuelta se dedicó a ejercer tareas vinculadas a la ginecología y a la obstetricia.
El trabajo de la Doctora Marta Teodora Schwarz es injustamente desconocido por muchas personas no solamente de Argentina sino de Misiones y del mismo Puerto Iguazú, lugar que ella eligió para brindar todo su profesionalismo, toda su preparación pero también todo su amor, porque esa vocación de servicio solo es posible en personas que tienen una inmensa capacidad de amar a su prójimo sea este de cualquier parte del mundo, esté enfermo o no, necesite o no.
La Doctora Schwartz no actuaba pensando en galardones ni en reconocimientos, no le interesaban las palabras airadas ni los premios, solo el llevar salud a los enfermos de los lugares donde le tocaba ejercer la medicina. Uno de los dichos que adornaban su casa donde luego funcionó su consultorio era una frase que si bien no le pertenecía era un resumen de cómo era su comportamiento en el hospital, en el consultorio, en el pueblo y en su vida entera. La frase rezaba “El bien no hace ruido y el ruido no hace bien”. Esto podría, tranquilamente, sintetizar toda la lucha incansable de esta trabajadora que fue comparada, por su gran capacidad de servicio y altruismo, con la Madre Teresa de Calcuta.
Tener en la provincia de Misiones y especialmente en Puerto Iguazú, lugar que la vio crecer como ser humano y como profesional, un museo que hable de ella, de su ejemplo, de su trabajo incansable es una forma de darle el valor que tuvo y que tiene dentro de la comunidad y también una forma de recordar cuáles son las metas que rigen nuestra vida que nos llevan a actuar de determinada manera y no de otra. Quizás luego de visitar el museo reelaboremos muchas de nuestras metas.

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