11 jun 2012

Confiteria giratoria, teleferico en el Cerro Otto


Sin duda alguna, Bariloche es uno de los destinos preferidos tanto de turistas nacionales como internacionales y esto se debe a su encantadora belleza natural conformada por lagos, montañas y  paisajes nevados. Además la ciudad es famosa por sus exquisitos chocolates y su atractiva vida nocturna que hace que miles de jóvenes la visiten cada año.
Uno de las atracciones más famosos de esta ciudad patagónica es el paseo por el Cerro Otto, una hermosa elevación natural que se encuentra ubicada a orillas del lago Nahuel Huapi, a tan solo cinco km del centro de la ciudad. Este cerro posee una altura de 1400 metros y su fama se debe a que Otto Goedecke, uno de los primeros habitantes de la zona, construyó su hogar a orillas de este cerro y desde allí se comenzó a expandir la ciudad. Es por esto que los pobladores bautizaron al cerro con el nombre de este poblador.
Tanto en verano como en invierno, este cerro presenta encantadores paisajes. En la época más templada, se pueden contemplar los verdes bosques cipreses que contienen una abundante vegetación. En el otoño, esta arboleda adquiere una hermosa tonalidad rojiza y en invierno se cubre de nieve, dando lugar también a un maravilloso y único paisaje. Al ascender hasta la cima del cerro, se puede contemplar una vista única y encantadora de la ciudad de San Carlos de Bariloche, y es debido a esto también que el cerro Otto es tan popular y visitado.

Teleférico 

Quien decide visitar el cerro Otto no puede dejar pasar la aventura de subir hasta la cima y apreciar allí una paisaje único. Para  llegar hasta este punto, el visitante tiene dos opciones, hacerlo por un camino construido para automóviles o bien hacerlo a través de los famosos teleféricos.
Los teleféricos del cerro Otto representan una aventura única ya que se trata de telecabinas que parten desde la base del cerro y llegan hasta la cima recorriendo un trayecto de 2100 metros. Estas cabinas se mueven a través de un sistema eléctrico de cables y se encuentran además suspendidas en el aire, por lo cual permiten vivir una aventura única en las alturas.
Las telecabinas sus pequeños recintos cerrados en los cuales los pasajeros pueden sentarse y apreciar un maravilloso paisaje que se pone cada vez más encantador a medida que el teleférico se va elevando. Por supuesto, por la gran cantidad de personas que las utilizan este sistema posee estrictas normas de seguridad y además se encuentra protegido de cualquier eventualidad climática como fuertes lluvias o nevadas intensas.

El recorrido del teleférico posee una duración aproximada de 12 minutos y desde su inicio hasta el final de recorrido se pueden apreciar el Lago Nahuel Huapi, el Lago Moreno y Gutiérrez, el cerro Tronador, La famosa Catedral de Bariloche y el Campanario, además de una visión panorámica de las montañas y de la hermosa y pintoresca arquitectura de la ciudad.

Pero esto no es todo, al llegar a la cima del Cerro Otto, se encuentra el parador del Cerro Otto el cual posee una gran infraestructura preparada para recibir al turista. Desde este parador los visitantes pueden realizar actividades de tipo deportivas y también de esparcimiento, como es el caso de la Confitería Giratoria, otro paseo popular que representa un hito de la Patagonia.

La Confitería Giratoria

Esta confitería representa uno de los paseos emblemáticos de la ciudad de San Carlos de Bariloche, ya que se encuentra ubicada en la cima del cerro sobre una base giratoria. Es por esto que los turistas pueden contemplar una visión del cerro en 360° sin moverse de su silla.
La confitería ofrece todo tipo de exquisiteces tradicionales, como panificados, tortas, alfajores, tartas y chocolates que se pueden acompañar de un exquisito café o un aromático té.  De esta forma, los clientes de la confitería pueden sentarse frente a los ventanales del lugar y avistar el maravilloso paisaje que ofrece el Cerro Otto.
El giro completo de la confitería dura aproximadamente 20 minutos, durante este transcurso de tiempo además de degustar las delicias artesanales, se pueden tomar fotografías o aprovechar el desatacado servicio gastronómico de la confitería, ya que además de los bocadillos dulces se pueden disfrutar de otro tipo de platos como panes caseros, picadas y platos de autor como el puchero suizo o el Goulash austrohúngaro.

Como si esto fuera poco, en el subsuelo de la confitería se pueden apreciar fantásticas obras de arte que homenajean al Miguel Ángel, como el Moises, la Piedad y el David. También la confitería posee un espacio al aire libre en el cual se puede contemplar el calmo paisaje.

Es por esto que quien visita la bella ciudad de San Carlos de Bariloche no puede dejar de pasar la oportunidad de realizar una visita hacia el Cerro Otto y una vez allí, vivir la fantástica aventura de los teleféricos y de la confitería giratoria, dos atractivos que te harán vivir una experiencia encantadora.


Eliana Biava

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