23 jul 2012

Iglesia Santa Catalina


La provincia de Córdoba es uno de los destinos de Argentina que más turistas atrae, ya que la provincia ofrece atractivos turísticos tanto naturales como artificiales. Entre los primeros, la confluencia de llanuras, las sierras y valles, junto con los arroyos, y los ríos se convierten en el destino ideal para aquellos turistas que deseen escaparse del ruido de la ciudad y vivir una experiencia natural inolvidable. Además de sus bellezas naturales, la ciudad de Córdoba es uno de los núcleos culturales más importantes del País.
 Visitar Córdoba es realizar un viaje en el tiempo, es retroceder al pasado y revivir los siglos XVI, XVII, XVIII  y es también volar y elevarse hacia el futuro. Esta grandiosa ciudad repleta de altos y modernos edificios, alberga a su vez maravillosas y abundantes construcciones arquitectónicas representativas principalmente del ámbito religioso.
Conocida también como “Cuidad de las campanas”, la capital de la provincia ofrece a los turistas un inolvidable recorrido por sus calles de adoquines y su centro histórico, como así también por una gran cantidad de templos representativos de todas las religiones, predominando especialmente los de la religión Católica.  
La Iglesia de Santa Catalina y el monasterio del mismo nombre forman en conjunto una de las más maravillosas construcciones arquitectónicas de la ciudad. La misma es poseedora de elementos y detalles estilísticos que la hacen única.
Ubicada en el centro de la ciudad, más específicamente en la calle Obispo Trejo nro. 34, esta Iglesia invita a los turistas a vivir una experiencia inolvidable.
Su fachada, de estilo neoclásico está coronada por un frontón de forma triangular, el mismo descansa sobre el cuerpo principal de la Iglesia que posee seis columnas que se despegan del plano principal. En su frente los turistas podrán observar tres arcos de medio punto que ofician de entrada al lugar, siendo el del medio el más amplio.  A la izquierda del frontón se ubica una torre de base cuadrada con una doble arcada que deja ver las campanas de la iglesia. Esta torre finaliza con una cúpula y está coronada por una cruz.
La fachada de la Iglesia Santa Catalina contrasta totalmente con la del ingreso al Monasterio que se encuentra a su lado. Este último es de estilo barroco, posee dos columnas torneadas y se destaca la escultura de Santa catalina de Siena, patrona de la iglesia.
El ingresar a la Iglesia, los turistas se encontrarán con una puerta de madera que posee exquisitos vitrales con imágenes religiosas, la misma los llevará al templo.  Este es imponente y muy elegante. Está compuesto por tres naves, en la principal se ubican los humildes bancos de madera, la bóveda de ésta, está pintada con colores pasteles y posee vitrales que dan al exterior. En las naves de laterales, separadas de la nave principal por arcos, los turistas podrán observar magníficos retablos de estilo barroco con figuras religiosas. En estas “galerías” hay 4 retablos.
En sus bóvedas abundan los detalles de todo tipo, desde figuras perfectamente moldeadas hasta las más pequeñas pinceladas en colores celestes y pasteles. 
El altar principal está decorado por un retablo  de gran tamaño e importancia, el mismo se encuentra escoltado por 2 retablos en ambos lados. En total, enalteciendo y engrandeciendo el altar principal los turistas podrán observar 5 retablos de estilo barroco de madera con gran predominancia de color dorado que hacen aún más lujoso a este imponente templo.   
Su interior, posee una iluminación tenue, y finaliza con una mística reja que se encuentra debajo del retablo principal y de tras del altar. La misma separa al templo de otra sala en las que se encuentran las monjas de clausura que ofrecen a los turistas un cántico dulce, apacible y cargado de paz que inunda las paredes del templo. 
La Iglesia de Santa Catalina invita al turista a deleitarse con su exquisita arquitectura y la infinidad de sus detalles, como así también a disfrutar de la sensación de paz que allí abunda debido a las plegarias de las monjas de clausura.
La ciudad de Córdoba ofrece a los turistas un indescriptible viaje al pasado colonial y un recorrido por sus principales construcciones que el turista no puede dejar de visitar. Entre ellas  se encuentran: La Catedral, El Cabildo, El Palacio Ferreyra, La Iglesia de San Francisco, La Iglesia del Pilar, La cripta Jesuítica, etc. Los visitantes podrán recorrer sus majestuosas construcciones contando con un servicio de guías especializados para no perderse de ningún detalle.  
La ciudad de Córdoba es un destino ideal para visitar todo el año, y con toda la familia pues posee una gran variedad de atractivos turísticos tanto naturales como artificiales. Sus Museos, sus Iglesias, sus Shoppings, sus grandes centros comerciales, sus parques y plazas como así también sus sierras, sus diques,  sus arroyos y ríos satisfacen las expectativas de todos los turistas.  
Agostina N

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