La provincia de Córdoba es uno de los destinos de Argentina
que más turistas atrae, ya que la provincia ofrece atractivos turísticos tanto
naturales como artificiales. Entre los primeros, la confluencia de llanuras,
las sierras y valles, junto con los arroyos, y los ríos se convierten en el
destino ideal para aquellos turistas que deseen escaparse del ruido de la
ciudad y vivir una experiencia natural inolvidable. Además de sus bellezas
naturales, la ciudad de Córdoba es uno de los núcleos culturales más importantes
del País.
Visitar Córdoba es
realizar un viaje en el tiempo, es retroceder al pasado y revivir los siglos
XVI, XVII, XVIII y es también volar y
elevarse hacia el futuro. Esta grandiosa ciudad repleta de altos y modernos
edificios, alberga a su vez maravillosas y abundantes construcciones
arquitectónicas representativas principalmente del ámbito religioso.
Conocida también como “Cuidad de las campanas”, la capital
de la provincia ofrece a los turistas un inolvidable recorrido por sus calles
de adoquines y su centro histórico, como así también por una gran cantidad de
templos representativos de todas las religiones, predominando especialmente los
de la religión Católica.
La Iglesia de Santa Catalina y el monasterio del mismo
nombre forman en conjunto una de las más maravillosas construcciones
arquitectónicas de la ciudad. La misma es poseedora de elementos y detalles
estilísticos que la hacen única.
Ubicada en el centro de la ciudad, más específicamente en la
calle Obispo Trejo nro. 34, esta Iglesia invita a los turistas a vivir una
experiencia inolvidable.
Su fachada, de estilo neoclásico está coronada por un
frontón de forma triangular, el mismo descansa sobre el cuerpo principal de la
Iglesia que posee seis columnas que se despegan del plano principal. En su frente
los turistas podrán observar tres arcos de medio punto que ofician de entrada
al lugar, siendo el del medio el más amplio.
A la izquierda del frontón se ubica una torre de base cuadrada con una
doble arcada que deja ver las campanas de la iglesia. Esta torre finaliza con
una cúpula y está coronada por una cruz.
La fachada de la Iglesia Santa Catalina contrasta totalmente con la del
ingreso al Monasterio que se encuentra a su lado. Este último es de estilo
barroco, posee dos columnas torneadas y se destaca la escultura de Santa
catalina de Siena, patrona de la iglesia.
El ingresar a la Iglesia, los turistas se encontrarán con
una puerta de madera que posee exquisitos vitrales con imágenes religiosas, la
misma los llevará al templo. Este es
imponente y muy elegante. Está compuesto por tres naves, en la principal se
ubican los humildes bancos de madera, la bóveda de ésta, está pintada con
colores pasteles y posee vitrales que dan al exterior. En las naves de
laterales, separadas de la nave principal por arcos, los turistas podrán
observar magníficos retablos de estilo barroco con figuras religiosas. En estas
“galerías” hay 4 retablos.
En sus bóvedas abundan los detalles de todo tipo, desde
figuras perfectamente moldeadas hasta las más pequeñas pinceladas en colores
celestes y pasteles.
El altar principal está decorado por un retablo de gran tamaño e importancia, el mismo se
encuentra escoltado por 2 retablos en ambos lados. En total, enalteciendo y
engrandeciendo el altar principal los turistas podrán observar 5 retablos de
estilo barroco de madera con gran predominancia de color dorado que hacen aún
más lujoso a este imponente templo.
Su interior, posee una iluminación tenue, y finaliza con una
mística reja que se encuentra debajo del retablo principal y de tras del altar.
La misma separa al templo de otra sala en las que se encuentran las monjas de
clausura que ofrecen a los turistas un cántico dulce, apacible y cargado de paz
que inunda las paredes del templo.
La Iglesia de Santa Catalina invita al turista a deleitarse
con su exquisita arquitectura y la infinidad de sus detalles, como así también
a disfrutar de la sensación de paz que allí abunda debido a las plegarias de
las monjas de clausura.
La ciudad de Córdoba ofrece a los turistas un indescriptible
viaje al pasado colonial y un recorrido por sus principales construcciones que
el turista no puede dejar de visitar. Entre ellas se encuentran: La Catedral, El Cabildo, El
Palacio Ferreyra, La Iglesia de San Francisco, La Iglesia del Pilar, La cripta
Jesuítica, etc. Los visitantes podrán recorrer sus majestuosas construcciones
contando con un servicio de guías especializados para no perderse de ningún
detalle.
La ciudad de Córdoba es un destino ideal para visitar todo
el año, y con toda la familia pues posee una gran variedad de atractivos
turísticos tanto naturales como artificiales. Sus Museos, sus Iglesias, sus
Shoppings, sus grandes centros comerciales, sus parques y plazas como así
también sus sierras, sus diques, sus
arroyos y ríos satisfacen las expectativas de todos los turistas.
Agostina N
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