El tango es algo que en Argentina, y
especialmente en Buenos Aires, se siente. Pero no se siente solo en el corazón,
como un tenue calorcito que abriga un sentimiento, sino que se siente en la
sangre, con toda esa pasión del arrabal, se siente en el cuerpo que volar en el
movimiento de un 2x4.
El tango es más que una expresión musical,
es la expresión misma de un pueblo, es la historia, es el barrio, es todo lo
que arrastra una pierna cuando va de un lado a otro, no es simple movimiento,
es una especie de procesión del bailarín, expiando sus pecados o cometiendo
otros nuevos.
El tango en Buenos Aires es un latir, es un vibrar, es un ir en contramano de todo si lo que
espera al final del camino es un baile, es la oportunidad de escuchar rozando
el disco con la aguja, el ruido inconfundible del roce y la música que empieza
y nos traslada a otro mundo totalmente distinto.
El tango en Buenos
Aires tiene múltiples maneras de presentarse, en milongas, en tanguerías en
espacios inventados por los amantes de esta música que encuentran la forma de
tocar y de bailar en cualquier lugar donde sea posible.
Entre las
tanguerías en Buenos Aires que debemos conocer si estamos de paso por la ciudad
más importante de la
Argentina figura por ejemplo El Querandí, un lugar de los más
tradicionales que se erige desde el año 1920 y que cuenta con un exclusivo show
acompañado por una cena a la carta y el mejor servicio gastronómico del
restaurante internacional que acompaña la encantadora velada mientras nosotros
simplemente nos sentamos a disfrutar de la música, del baile, de la comida y el
vino, en un conjunto de elementos típicos argentinos que hará valer la penas
cualquier distancia recorrida hasta este lugar en el número 302 de la calle
Perú.
El Café de los
Angelitos llega al baile si hablamos de lo más tradicional y es que este lugar
es parte de la historia misma de la ciudad de Buenos Aires, casi como una
propia fundación. Si hubiera un libro sagrado que hablara de la historia de la
ciudad el Café de los Angelitos estaría en el Génesis. Esta café tradicional
ofrece espectáculos de baile de tango y también el espectáculo de música en
vivo para sentir ahí mismo, en las mesas más viejas de Buenos Aires, el rugir
del bandoneón comenzando una queja y un piano que arremete contra todas las
baldosas y patea las patas de las mesas hasta encontrar nuestro tobillos y
hacernos vibrar de la emoción. El Café de los Angelitos se halla en la esquina
de la Avenida Rivadavia
y Rincón.
En cuando a Niño
Bien, en el primer piso del número 1462 de la calle Humberto Primo, podemos
decir que es también una milonga en la que podemos dar rienda suelta a todo el
instinto arrabalero. Esta milonga tiene lugar solo los jueves y es parte de los
secretos mejores guardados de la ciudad. Se dice que tal como lo dice su nombre,
a esta milonga llega lo mejor en cuanto a bailarines y profesores y después de
observarlos podemos bailar todos, perdiéndonos en el ritmo más hermoso, ese que
nace en el mismísimo sur.
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